No vives de ensaladas, equilibra tus días

Cuéntanos de ti

Llevo 14 años como nutrióloga y 7 enfocada en nutrición funcional. Llegué a la nutrición funcional porque admiro profundamente a un colega que inició en esta especialidad, con este enfoque que en aquel momento apenas iniciaba. Su metodología consistía en comprobar lo que ya sospechaba pero desde la raíz, con el objetivo de recetar los suplementos que se necesitan  teniendo la certeza en la calidad de los mismos y en la dosis ideal para la persona.

Cuéntanos tu especialidad

Pertenezco a AMENAC (Asociación Mexicana de Nutriología) y esto me permite tener acceso a congresos, cursos, certificaciones, diplomados, talleres, conferencias que me mantienen actualizada.

Tengo una certificación en salud gastrointestinal y me enfoco mucho en enfermedades crónico degenerativas (obesidad, sobrepeso, diabetes, triglicéridos, etc.) con nutrición funcional.

¿Cómo trabajas en tu asesoría como profesionista en nutrición funcional?

Mi pasión es enseñar a comer a mis pacientes, para que vean que la nutrición no es sinónimo de restricción. Para mi es vital saber cómo van mis pacientes y asegurar que tengan una mejora de salud a corto y largo plazo, tanto física como metabólicamente. No busco ni quiero que sean talla cero, pero sí que tengan un cuerpo funcional porque comer es placentero.

¿Cómo tu día a día se mezcla con esta filosofía de bienestar?

Mi vida es lo más común, no promuevo cuerpos perfectos, no soy buena para el entrenamiento y me encanta el azúcar, pero lo que me facilita entender a mis pacientes y darles tips que les sean útiles para su día a día es el ser mamá, esposa y profesionista con poco tiempo, esto me ha llevado a buscar recetas en sus menús que sean prácticos y personalizados para sus necesidades y estilo de vida.